Después de El Calafate hacemos los 250 km que lo separan de El Chaltén, pueblo situado al pie de las dos montañas más significativas de la Patagonia: El Cerro Torre y el Fitz Roy. Aunque su altura es modesta, poco más de tres mil metros, la dificultad que presentan y la dureza del clima hacen de ellas montañas verdaderamente duras. Antes estaban catalogadas como de las más difíciles del Planeta. Hoy en día el clima está cambiando y se muestra más benigno que antes. En cualquier caso siguen siendo unas montañas formidables. Durante el trayecto a El Chaltén encontramos un bloque errático y allí nos subimos a mostrar nuestra postura.

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También hay muchos pequeños altares en la carretera, en la siguiente foto tenemos uno de los mayores que vimos.

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El Chalten nos recibió luminoso y renovado respecto a nuestra visita anterior.

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Como al llegar todavía teníamos varias hora de luz, fuimos a dar un paseo por encima de unas paredes que hay junto al pueblo. Además el tiempo se abrió permitiéndonos ver al Fitz Roy sin nubes y al Cerro Torre, entrevelado sin mostrarse completamente. Cuando subimos encima de las paredes la vista era soberbia. ¡qué suerte con el tiempo! Hay gente que se pasan en el pueblo 7 días y no ve ninguna de las dos cumbres..

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Al día siguiente salimos hacia el Cerro Torre. Para nosotros una de las montañas más bonitas de la Tierra. Aunque hay algunas nubes se ven todas las montañas desde el primer momento.

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La parte inicial transcurre por los típicos bosques de lengas patagónicos.

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Una vez en la laguna, nuestra intención es llegar hasta el glaciar, en la zona que se ve debajo del pie derecho de Auxi. Para ello bajamos por la morrena hasta el nivel de la laguna.

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Un cubito de hielo para refrescar la marcha.

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Finalmente llegamos al hielo glaciar. El camino, como en todas las morrenas, incómodo y precario.

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Miramos lo que continúa y vemos más morrena. Después del frente del glaciar hay mucho hielo derretido y se ha separado de la ladera. Esto hace que la continuación sea por una morrena más empinada, difícil y precaria todavía. Por aquí pasan los que quieren escalar el Torre cargados con grandes mochilas. Dificultad desde el principio.

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A medida que retornamos al desagüe de la laguna desaparecen las nubes dejándonos un día con un azul deslumbrante.

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Allí un carancho hambriento nos hace compañía permitiéndonos hacerle fotos con el Torre al fondo.

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Finalmente tomamos la senda de descenso a El Chalten. Una vista de Cerro Solo, que flanquea la laguna por el Sur.

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Bajando tenemos río, bosques y sobre todo la silueta del Torre al fondo. En el último momento también apareció el FitzRoy.

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A la mañana siguiente salimos de El Chalten camino hacia el norte. Los Cerros cada vez más pequeños, pero visibles durante mucho tiempo. En la última foto a casi 100 km de distancia,

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