Desde Brunei fuimos primero a Tawau donde dormimos y la mañana siguiente a Semporna, un pueblo costero que da acceso a multitud de islas con un gran buceo. El viaje desde Brunei se hizo larguísimo. El primer problema fue que los puntos fronterizos estaban con unas colas tremendas y lo que deberíamos haber cruzado en media hora, demoró más de tres horas. Eso hizo que nos pillara la noche tres horas antes de llegar a destino, el coche alquilado tenía unas luces muy malas y la carretera tenía unas zonas de baches y unos hundimientos que hicieron que alguna vez casi voláramos. Fue una jornada de coche muy larga con más de 650km por carreteras remotas y poco frecuentadas salvo por los enormes camiones que sacan la madera de los bosques primarios de la isla.
Una vez en Semporna visitamos varios clubes de buceo intentando ir al día siguiente a Sipadan, que según el Capitán Cousteau es uno de los 5 mejores lugares de buceo del mundo. El caso es que hay un cupo máximo de 125 buceadores diarios y ya estaba ocupado. Por tanto la otra opción es bucear en alguna de las islas que rodean Sipadan. Encontramos buceo a precios bajos, con la salida de buceo por un día con tres inmersiones, el coste por inmersión es de poco más de 20 € desde luego lo más asequible que hemos encontrado. Al final salimos con el club Scuba Junkie, en el que la persona que nos atendió no nos gustó nada, altivo, como cansado de atender gente y por otro lado el dive master (algo así como el guía de buceo), que se llama Azhim, fue encantador. El buceo se desarrolló en la Isla de Mabul, a la que se tarda en llegar casi una hora en la motora del club. En la salida de Semporna el agua estaba muy sucia, llena de plásticos y basura que se arrojan al mar sin ningún pudor. También me llamó la atención un velero ‘artesanal’.
Llegando a la isla había una plataforma que realmente es un alojamiento y base de buceo.
La sensación fue de masificación, mucha gente por todos los sitios. Afortunadamente en el buceo éramos cuatro como máximo.
El buceo en general bonito. Bastante vida, un pecio (barco hundido) entretenido pero en general poca visibilidad. Vimos muchos nudibranquios.
Por otro lado bancos de peces y los peces habituales del trópico como morenas, alguna tortuga.
Una sepia peleona.
Y luego ‘critters’ criaturas de las que hay por estos océanos, aunque no tan raras como las encontradas en Sulawesi. Un cangrejo orangután, pez cocodrilo, pez roca y un pez tropical que he visto por primera vez.
Pero la peor de las criaturas, el motorista fantasma
En superficie un embarcadero enorme del centro de buceo y múltiples alojamientos en cabañas.
Junto a ellos las casas tradicionales de la gente que vive del mar.
Esa noche salimos a cenar por ahí y nos encontramos con Azhim, el dive master. Al saber que teníamos coche y como tenía el día siguiente libre, nos ofreció visitar un pequeño museo antropológico a pocos km de Semporna, junto a su pueblo.
También subimos a una colina equipada con unas escaleras y unos caminos de madera. Está coronada con unas grandes rocas negras relacionadas con su origen volcánico.
Desde allí buenas vistas de los alrededores, pudimos ver Semporna, Mabul, donde buceamos y también, al límite de la vista, la isla de Sipadan donde quisimos haber buceado.
También sitios peculiares y un buen recuerdo de Azhim.
Próximo destino, Japón. Despegamos de Kuala Lumpur por la noche e hice una foto del aeropuerto.