El último día en el Parque Nacional de Gunung Leuser lo vamos a pasar en Tangkahan. Esta zona se encuentra a 44 Km de Bukit Lawang pero tardamos casi tres horas en llegar. Durante el camino vemos inmensos palmerales a ambos lados de la pista. Vamos con Imran un joven y agradable conductor de Bukit Lawang. También coincidimos con un grupo de 4 zaragozanos que recorren la zona.
En ellos crecen unas piñas de frutos de los que se extrae el aceite en fábricas no muy optimizadas en emisiones de humos.
Están destruyendo zonas de bosques primarios para estas rentables explotaciones. Eso ya lo hicimos en gran parte de Europa en los últimos milenios. Es complicado decirles a ellos que no hagan lo que hicimos nosotros, aunque ahora hay una diferencia en conocimiento importante. Desde luego no es un problema abordable a nivel de país, sino a nivel mundial porque es el futuro del mundo el que peligra con la desaparición de las grandes selvas del planeta. Parece difícil que los actuales gobiernos, y sobre todo los habitantes de los países del mundo quieran/queramos poner solución a esto. Desde luego vivimos tiempos límite en cuanto a la conservación del planeta.
Llegados a nuestro destino, vamos primero a comer un poco y darnos un baño en la confluencia de los ríos Buluh y Batang, que es el más caudaloso y se puede cruzar en una embarcación que es desplazada por la corriente sujeta por un cable..
Foto recuerdo con los zaragozanos y con Imran, nuestro conductor.
En un corto trayecto con el coche llegamos, río arriba, al lugar donde están los elefantes.
Nos llama la atención que les sacan las heces metiendo el brazo entero por el ano. No entendemos muy bien el porqué.
Además de nosotros ‘los turistas’ también ha venido un grupo de escolares a ver a los elefantes.
La actividad a la que hemos venido es a bañarlos. Empezamos por acercarnos y acariciarlos.
Luego se tumban y se les limpia con un cepillo ...
… y luego son ellos los que te duchan a ti, ...
… te besan, ...
… y terminamos dándoles unos plátanos ...
… y un saludo de despedida.
Sabemos que es un montaje para turistas que es gestionado por el gobierno. No tenemos la impresión de que los animales sufran y para nosotros es una experiencia impresionante. Eran animales domesticados para el trabajo, que ahora se dedican a la vigilancia de los límites del parque y a entretener turistas para aumentar el presupuesto. Nosotros no pudimos privarnos de ir.
Los niños también estuvieron interactuando con los animales y al final foto de grupo con todos y otra con las profesoras.
Un día grande.