Salimos hacia Granada, vamos junto a Sven y Sarina una pareja de alemanes que estaban en el mismo hostal. Se unen Mikel y Christine de Nueva Zelanda y Australia respectivamente. Llegamos por la tarde, pero con el tiempo un poco justo para salir hacia el volcán Masaya. Nos han dicho que tiene un lago de lava en el crater espectacular. Vamos en autobús hasta allí. En la entrada a la carretera de acceso hay una caravana de coches que se pierde en el horizonte. Entramos a pie y sacamos las entradas, pero no nos dejan subir andando. Después de preguntar a un par de coches, nos permiten subir a un pickup dos mujeres nicaragüenses que nos comentan que llevan más de una hora esperando para entrar. Se llega hasta arriba en coche y allí nos encontramos con un cráter espectacular.
Además coincide que hay un equipo de National Geographic trabajando. En la parte superior tienen unos enormes focos y una grúa para bajar a la parte intermedia. Allí tienen otra grúa y a media altura ya sobre el lago de lava vemos que hay al menos una persona con una linterna, parece que bajando. Es increíble que pueda haber alguien ahí, intentaremos ver el documental en cuanto podamos. En la foto hemos puesto tres círculos para señalar lo mencionado.
Abajo, el lago de lava hierve y hecha humo emitiendo un sonido, de los gases escapando, tremendo.
Volvemos a Granada en uno de los típicos buses centroamericanos venidos de los buses escolares gringos.
Al día siguiente nos vamos a otro volcán, el Mombacho, que presenta muy poca actividad, pero que permite ver buenos paisajes y tienen una vegetación exuberante en todo el camino, y especialmente en la parte alta. Se puede subir en camiones 4x4 adaptados para llevar a gente.
Pero nos hacemos los machotes y lo hacemos andando. Unos 1.000 m de desnivel con calores tropicales que nos dejan empapados en sudor. Casi todo el rato está el camino pavimentado, pero presenta rampas de hasta el 50%.
Una vez arriba tenemos buenas vistas, descanso y un paseo alrededor del cráter.
Además vemos múltiples monos, concretamente aulladores.
En cuanto a la ciudad, es parecida a León con sus iglesias y casas coloniales, pero la encontramos más limpia y cuidada.
La Catedral también nos pareció especialmente bonita.
Además tuvimos ocasión de ver como se pintan los frescos en el techo.
Y como en las otras ciudades, también nos llamó mucho la atención el mercado.