El tercer y último lugar que visitamos en Costa Rica es el Parque Nacional Manuel Antonio, que según cuentan es el segundo más visitado de América Latina después de el Machu Pichu.
Ya antes de entrar al parque la playa adyacente anunciaba un lugar especial.
Estuvimos dudando si contratábamos un guía o no. El primero que nos ofrecieron nos cobraba 60$ por los dos, nos pareció caro y decidimos que no. Pero en la entrada al parque nos ofrecieron otro por 30$ y aceptamos. Creemos que fue un acierto. Nuestro guía fue Royvin.
Nos pareció increíble su capacidad localizar animales ‘invisibles’ Por ejemplo localizó dos iguanas verdes que resaltamos en la foto, pero que siguen siendo casi igual de ‘invisibles’.
Además, como la mayoría de los guías, llevaba un pequeño telescopio y podíamos hacer fotos de la imagen que se veía a través suyo. En este caso una de las iguanas.
Aún así cuesta encontrarla, él las veía durante el recorrido a más de 9 m de distancia. Lo mismo pasó con un perezoso.
Y con otro más.
Así disfrutamos de múltiples animales entre ellos los tres siguientes.
Luego continuamos sin guía viendo animales desde los más pequeños, …
… algunos medianos.
Alguno, sorprendente al aire libre, como este murciélago que duerme bajo una gran hoja, y al que le he dado la vuelta a la foto y parece que te está mirando de pié.
También nos llamó la atención el basilisco con su extraño aspecto.
El mapache, que ya sabemos porqué lleva antifaz …
… porque es un asaltante consumado
Pero los más grandes que vimos fueron los monos, sobre todo los capuchinos o de cara blanca.
Alguno intentando cometer un robo, otro vago, vago …
… muchos monos.
Y alguna muy mona.
Y siempre cerca, hermosas playas, que en algunas clasificaciones aparecen entre las 15 mejores del mundo.
Y una vegetación exuberante por todos los lados.
Nos despedimos sabiendo por qué es un parque tan visitado.
Por cierto Royvin nos envió por la tarde un montón de fotos suyas, con las que he hecho este mosaico, y en el que la última foto es su tarjeta, por si alguien quiere contar con él.
Los kilómetros anteriores al parque están llenos de casas y restaurantes, uno de ellos nos llamó especialmente la atención.
Se trata de un avión que desarmaron en 7 partes y lo trasladaron desde el norte de Costa Rica. Era uno de los aviones que el gobierno de Reagan entregó a ‘La contra’ nicaragüense y que cuando se levantó el escándalo del Irangate, dejaron abandonado en una base ‘secreta’.